Allá, por el año 1940, siendo Presidente del Perù, don Manuel Prado Ugarteche, la Pampa de los Castillo, pasó a manos del Estado Peruano, que hipoteca por S/.18.00 soles, al Banco «Perú-Londres que fatalmente «quebró» quedando las tierras sin dueño alguno, para ser retomadas años más tarde por el Gobierno de Odría.
En 1951, el Presidente Manuel Apolinario Odria, entregó la Pampa de los Castillo: una parte, comprensión del Distrito Pueblo Nuevo de Ica, para una empresa extranjera llamada «Anderson Clayton» y otra parte, en el Distrito de Santiago, de Ica, para la Familia Picasso, a la que más tarde denominada Hacienda Santa Margarita. Y las tierras restantes, que conformaban el Valle Viejo fueron otorgadas comunidades campesinas, de acuerdo a un Sorteo; asi estas comunidades se organizaron llegando a tener cada una sus propios Estatutos, con los cuales reglamentaban sus propiedades.
Yajasi, fue poblado por personas de cierto nivel intelectual, que gestionaron muchos beneficios para los pobladores, incluso, llegaron a tener un Estadio para fútbol, cosa que no lo tenía ningún Distrito o Caserío de ICA. Lamentablemente, años más tarde, algunas familias, con espíritu egoista, dividieron esta localidad, convirtiendo las tierras comunales en propiedades privadas.
En 1960, la Pampa de los Castillo, quedo seccionada en partes pertenecientes a Pueblo Nuevo, Los Aquijes y Santiago, con lo que el progreso de las poblaciones se estancó, de lo que se aprovecharon capitales chilenos pertenecientes a las familia chilena Bustamante y a la todopoderosa familia Belaúnde, para comprarle a todos los parceleros de Pueblo Nuevo sus parcelas, a precios irrisorios.
En Pongo Chico, los adquirientes fueron la familia León de Vivero, dueños de la otrora hacienda «La Rosada», actualmente en estas tierras se siembra, uvas, mandarinas y naranjas, convirtiendo al Distrito de Pueblo Nuevo en el principal exportador de mandarinas, naranjas sin pepa y exquisitas uvas de mesa. De ahí que por los terrenos de la, Pampa de los Castillo, Pueblo Nuevo, es el Distrito Pionero en la exportación de Frutas en esta parte de nuestro país.
Asimismo, en éste lugar, se desarrollaron las primeras haciendas iqueñas, empezando por Takaraka, latifundio, que los «peones» con el sudor de su frente, sembraron concientemente, con productos vendibles en la gran capital y en el extranjero. En ésta época, lo que tenia mayor auge era el cultivo de la vid, para la elaboración de vinos y aguardientes, de ahi que, todas las tierras disponibles eran sembradas con parras de uva «quebranta» a fin de obtener buenos vinos para la exportación.
Los vinos y aguardientes partian, a distintos lugares, desde el puerto de Pisco, cuyo nombre aborigen era así: «pisco», denominación puesta en razón a la gran cantidad de aves guaneras que existian en las playas del mar, «pisco» en quechua significa pájaro, Es importante recordar, que por partir los cargamentos de aguardiente de éste puerto, a dicho licor, se le llamó «pisco» hoy día -2010- es reconocido mundialmente como Producto Bandera del Perú.
Con referencia a los dueños de las otras propiedades, y de conformidad con las politicas agrarias de aquella época, los pagos se habian convertido en fundos y la unión de estos en latifundios o haciendas.
Los terratenientes iqueños para lograr su prosperidad económica, se agenciaron mano de obra barata, que trabajara sus tierras y así, innumerables familias captadas en las regiones andinas, primero, se asentaron en Takaraka, que una vez habituados a su lugar de trabajo, se establecieron en potreros, pampas y en tierras inhóspitas, originando poblados como Pueblo Nuevo, Chulpaca, La Pampa, Pariña, Chaypes, Callejón de los Espino, Pongo Grande, Pongo Chico, Pongo de los Zegarra y Los Arones, Los Uchuya.
Otras familias regresaron a sus lugares de origen, afectadas por el maltrato recibido, el mal alimento que les daban los capataces, enfermedades desconocidas, las malas costumbres hispanas y el impedimento a sus rituales religiosos.
Como es bueno recordar, nos remontamos a fines del siglo XVIII, (1885) hablan transcurrido sesenta y cuatro años que se había proclamado la independencia del Perú; y, los terrenos, donde temporalmente, se establecieron por primera vez los españoles, es decir en Takaraka, tuvieron nuevos dueños.
Uno de ellos, él que tenia menos extensión territorial, era de un pueblonueveño: Don Pedro Tipacti Carbajo, natural convecino del lugar que aún no se – llamaba Pueblo Nuevo – hijo del distinguido vecino don José María Tipacti y de doña Antonia Carbajo, ambos de religión católica y personas honestas dedicados uno a la agricultura y ella a labores domésticas.